LA
SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN
Virginia
Cantó Ramírez
Murcia, (España)
Miguel
de Cervantes Saavedra
Alcalá de Henares
(Madrid)
Querido Cervantes:
A ti un reproche a mi ajeno te escribo, ya que certeza tengo de que contigo
mi rechazo se hará uno solo.
Vivo perdida, inmersa en un mundo de máquinas "sin sentido",
de luces, colores y sobre todo, utilidades diferentes.
Estoy segura de que algún día, a mi pesar cercano, probablemente,
nos convertiremos en máquinas también nosotros y, quizás,
aquellos imposibles de "expediente X" se hagan realidad. Tal
será la mecanización de las cosas, que un tenedor podrá
adquirir la inteligencia humana.
Estoy indignada, siento que el pasado es ya impalpable apenas, que tan
sólo rozarlo logro con las yemas de los dedos.
No quiero, me niego rotundamente a ser esclava de una pantalla de ordenador
por leer una novela, ni comprar el periódico por eso de la "ciber
compra". ¿Qué será de los editores y los libreros?,
¿y de aquellos cuya vida dedican a divulgar la palabra en papel
grisáceo? Desde luego, qué razón tenía Voltaire,
aún sin saberlo por aquel entonces, cuando afirmaba que "los
periódicos son archivos de bagatelas".
Seguramente, hasta los de vocación escritores desaparecerán,
porque entrando en Internet y ofreciendo tus datos personales, en unos
segundos, una novela firmada por ti y escrita por un "cacharro",
se hallará en la red para ser leída, novela que con tu personalidad
irá como anillo al dedo.
No es justo, al igual que el destierro de la peseta podrán destinar
los libros al olvido, siendo víctimas de la marginación
social sustituyéndolos por una malditas máquinas.
Tus palabras, Cervantes, quedarán desterradas y desfasadas, como
aquellas que citaste en un fragmento de "Don Quijote de la Mancha":
"entraron dentro todos y el alma con ellos, y hallaron más
de cien cuerpos de libros grandes, muy bien encuadernados, y otros pequeños",
quedando sustituidas por esta frase: "entraron todos dentro y el
móvil de Airtel con ellos, y hallaron más de cien cuerpos
de ordenadores grandes, muy bien equipados, con escáneres incluidos".
Así, así serán las palabras y el mensaje que al tuyo
preceda, mensaje explícito saciado de cultura.
¿Sabes?, ahora me explico aquello de "si Cervantes levantara
la cabeza". De veras, te encontrarías que las únicas
plumas que quedan pertenecen a las palomas de los parques que aún
no han alzado rumbo al cielo debido a la contaminación, pero, no
creas, encontrarás teclados de última generación.
Habrías de tomar un tren rumbo al espacio terrestre, y caerías
en la cuenta de lo mucho que hemos avanzado desde tu existencia. Esto
solo es el principio, aún nos preparamos en la pista de atletismo,
esperando que den el pistoletazo de salida y nadie logre saciar nuestras
ansias de seguir corriendo. Corriendo, hasta el fin del mundo, (nunca
mejor dicho).
Tuya, sinceramente:
Una embelesa de tu pluma y tu tintero.
PD.:no olvidaré escribirte cuando los tenedores logren decidir
qué, y a quién pinchar por sí solos.
Miguel
de Cervantes Saavedra
Alcalá de Henares ,(Madrid)
Virginia
Cantó Ramírez
Murcia
(España)
Querida Virginia:
Siento no poder ser partícipe de tu opinión acerca de las
nuevas tecnologías informativas; siento no poder saciar tu sed
de alío. No pienso lo que tu apuestas, ni de acuerdo estoy con
tu visión fatídica del progreso.
La vida cambia, evoluciona, desterrando como tú decías viejas
y desfasadas frases. Aquí una que la atención me llama,
citada por el Arcipreste de Hita: "Non dexes lo ganado por lo qués
por ganar". De acuerdo con este dicho no estoy, pues de tal manera,
avanzar no se podría en el ciclo de la vida en ascendencia.
Me sorprende tu opinión acerca de los ordenadores, pues comprenderlo
no logro al recordar mis viejos quehaceres, escribir con pluma mis novelas
ocupaba mi tiempo de varios años. Ahora, sin embargo, con unos
conocimientos básicos de mecanografía por correspondencia,
"mi Quijote" escribir podríais en la mitad de tiempo.
De tal manera, "mi Quijote" poder hubiera, extendido sus partes
al doble. Mi "Galatea", mi "viejo celoso", mi "cueva
de Salamanca"..., podrían haber sido parte minoritaria de
todo lo que mi tiempo me hubiese dejado escribir.
Quiero que una cosa presente tengas, lo importante no es la manera en
que el árbol crezca, sino el buen fruto que de él se obtenga.
Antepón siempre el saber, al modo de ser sabido.
No te tocó en la rifa de la vida vivir en mi siglo, por ello no
estimas la suerte que tienes de ser espectadora de la competición
de atletismo que presencias. En mis tiempos, no anhelábamos un
ordenador con Internet, chat, o periódicos y novelas digitales,
sino una simple estilográfica nos hubiese sido de gran ayuda.
Positiva tu manera de ver el presente, siéntete orgullosa de las
oportunidades que hoy se brindan a los nuevos tiempos. Piensa siempre
que la tierra es llana, estéril, y sobre ella se ha de construir
el futuro modificando el pasado.
Recuerda también que la tierra en la que vivimos es un préstamo
cedido, y se ha de devolver en condiciones de ser habitado nuevamente
durante muchos siglos. Ha de cuidarse, amarla y respetarla como al prójimo
y a ti mismo, pues de lo contrario, la carrera podrá verse frenada
por una nada incomprensible que lo será todo, en la cual las construcciones
que sobre ella reposan, yacerán como los libros, en un futuro,
en el olvido; Dios no quiera llegar a esos extremos.
Tuyo, sinceramente:
Un embeleso de tu suerte.
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